Pasa la noche, a la madrugada
Pasan tus manos por mi espalda
Un cálido roce y tinta derramada
Y arde la música desde tu garganta
Respiro tu aliento que suave me baña
y leo en tus labios un beso que no
pasa
Lentamente la promesa de fantasía se
acaba
y pasa la noche a la madrugada
Cuanto menos lo esperaba, callas
me arrancas un beso y suspiros del
alma
Sin remedio, a tu boca permanezco
atada
y pasa la noche y llega la mañana
Ahora tengo en la piel una
imborrable marca
Que dejaste sobre el sendero por el
que andabas
En una noche te encendiste como
fuego en las brasas
Y encadenaste tu recuerdo a una
memoria sin palabras