Odie tus
insubordinaciones a mi carácter
Y tu pronto
arrojo a mis sonrisas
Las intencionada
misivas no enviadas pero pretendidas
Los fáciles
pareceres colgados como estandarte
Pero te
perdone todo aquel disparate
Por lo loco
de tus emblematicas sonrisas
Las inquietantes miradas sostenidas
y el silencio
de tu ausencia andante
Y sin
embargo no fui capaz de hallarte
En el
consuelo de mis fantasías
Ni en los
silencios de habitaciones vacías
Solo quedaron
tus presentes distantes.
Iré entre
sueños esta noche a buscarte
Donde tus
anhelos vehementes guardas
Para contarte
un par historias insensatas
Y al menos
una sonrisa arrancarte.
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