Digamos que esta noche me quede sin argumentos,
que preferí callarme a confesar todos mis
miedos.
Digamos que no puedo sacarte de mi pensamiento.
que mi sonrisa es solo para fingir que no te
quiero.
Digamos que he sido tuya alguna vez en sueños,
que daría lo que fuera porque fueran hechos.
Digamos que me gustan tus dedos en mi cabello,
en mis labios tus besos y en tus ojos mi
reflejo.
Digamos que te contaría un par de secretos,
que de hecho eres protagonista de todos ellos.
digamos que tú te sientes igual en silencio:
¿Qué hago yo acá y tu allá tan lejos?
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