No!
No me embriagué con tus besos,
no le saque historias a tus dedos,
no probé la sal de tu piel,
no te comí a besos hasta los pies.
No!
No nadé en el mar de tus ojos,
no me perdí recorriendo sueños
no conté tus lunares, ni hasta diez,
no me empalague con tu miel
He sido discreta y me he mantenido lejos
dejando que tus anhelos se hagan viejos
pero algo que no podrías saber,
solo basta una mirada para perder la sensatez.
sábado, 28 de septiembre de 2013
jueves, 12 de septiembre de 2013
Kahlo y Vargas
Una mesa con dos sillas
En el centro limón sal y tequila
Pintura roja en las manos y las mejillas
Y una voz que canta intranquila
Con cuanto dolor se viven los días
Que el cuerpo, el corazón y el alma mutila
Pero el amor de dos almas continúas
únicamente en la belleza cavila
Recuerdo de dos mujeres sencillas
Inspiradas por el sufrimiento y la locura
Grabando en el tiempo una huella oscura
De una vida, en que los sueños son pesadillas
En el centro limón sal y tequila
Pintura roja en las manos y las mejillas
Y una voz que canta intranquila
Con cuanto dolor se viven los días
Que el cuerpo, el corazón y el alma mutila
Pero el amor de dos almas continúas
únicamente en la belleza cavila
Recuerdo de dos mujeres sencillas
Inspiradas por el sufrimiento y la locura
Grabando en el tiempo una huella oscura
De una vida, en que los sueños son pesadillas
lunes, 2 de septiembre de 2013
Eras tú
Eras tú,
escondido aquella madrugada detrás de sus murmullos,
y tu voz se
hizo tangible con una sucesión de susurros
todos incoherentes,
desafiantes y misteriosos.
Recuerdo que
decías que la noche era incomprensible como los sueños
y callabas, esperando que las respuestas se hallaran perdidas en el silencio
y luego reías,
como quien no sabe padecer sus sufrimientos.
Cuanto amé
aquella risa, tanto que me turban los recuerdos.
Esa noche de
locura, fuiste sombra y fuiste viento
y así te
acercaste de a poco a jugar con mi cabello,
sin dejar de susurrar caricias con tu aliento.
Me regalaste
una mirada de tus ojos bellos
una sonrisa dedicada y un beso repleto de versos
un abrazo
fuerte, como aquellos que se dan cuando te vas lejos
y me golpeo
la mañana, cargada de realidad y de hechos
Sigues
siendo tú, ahora por los rayos del sol revelado
Ya no
susurras incoherencias en mis oídos
Ni juegas
a ser sombra o ser viento
Pero a aun
retumba tu risa, como la de mis sueños.
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