Eras tú,
escondido aquella madrugada detrás de sus murmullos,
y tu voz se
hizo tangible con una sucesión de susurros
todos incoherentes,
desafiantes y misteriosos.
Recuerdo que
decías que la noche era incomprensible como los sueños
y callabas, esperando que las respuestas se hallaran perdidas en el silencio
y luego reías,
como quien no sabe padecer sus sufrimientos.
Cuanto amé
aquella risa, tanto que me turban los recuerdos.
Esa noche de
locura, fuiste sombra y fuiste viento
y así te
acercaste de a poco a jugar con mi cabello,
sin dejar de susurrar caricias con tu aliento.
Me regalaste
una mirada de tus ojos bellos
una sonrisa dedicada y un beso repleto de versos
un abrazo
fuerte, como aquellos que se dan cuando te vas lejos
y me golpeo
la mañana, cargada de realidad y de hechos
Sigues
siendo tú, ahora por los rayos del sol revelado
Ya no
susurras incoherencias en mis oídos
Ni juegas
a ser sombra o ser viento
Pero a aun
retumba tu risa, como la de mis sueños.
Interesante sueño...o realidad? A veces la realidad supera cualquier fantasía soñada.
ResponderEliminarBuho Interestelar.
Un poquito de ambas. y estoy de acuerdo, es aun mejor cuando la realidad es un sueño
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