Esta vez, hago una promesa con el propósito de cumplirla,
desde hoy no retrocederé, ni dejare llevar por la luz que hay en mis
fantasías,
decididamente plantaré mis pies al suelo y cumpliré mis metas
sin más, me olvidaré de príncipes azules y cuentos de vidas perfectas
Por fin aceptare mi realidad que
aunque cruda, es benévola
Con lo que le dejaré las historias de amor a los poetas y a las novelas
Dejare de mirar hacia atrás para intentar rescatar algo que ha muerto
Convirtiéndome, sin importar lo que cueste, en una mujer de hierro
No esperare más a un hombre que me robe el alma con una sonrisa
Ni buscare nuevos mundos en miradas perdidas
No intentaré encontrar la suavidad del delicado roce de unas manos
Ni perderé mi camino en busca de
en un beso en vano
No permitiré que se adueñen de mi alma nunca más
Aguardaré a que mi insensato corazón se dé por vencido
Y entienda que el amor no es más que una excusa para encontrar contentillo
Entonces y solo entonces mi promesa se romperá….
me identifico con ese propósito, pero pienso que siempre llega alguien y nos quita ese propósito, y a veces es necesario para poder volver a rehacernos
ResponderEliminarEn ocasiones es mejor olvidar dejar la fantasía y aferrarnos a la realidad...
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